AUDICIÓN.
AUDICIÓN
La audición depende de una serie de pasos complejos
que convierten las ondas sonoras que viajan por el aire en señales eléctricas.
Estas señales llegan al cerebro a través del nervio auditivo.
► Las ondas
sonoras entran al oído externo a través de un pasaje estrecho llamado “conducto
auditivo” que llega hasta el tímpano.
► El
movimiento de las ondas sonoras hace que el tímpano vibre y a la vez transmita
estas vibraciones a tres huesecillos diminutos del oído medio. Estos
huesecillos se llaman martillo, yunque y estribo.
► Los
huesecillos del oído medio amplifican o aumentan las vibraciones de sonido y
las envían a la cóclea en el oído interno. La cóclea tiene forma de caracol y
está llena de líquido. La cóclea tiene una membrana elástica a lo largo de su
estructura que la divide en dos secciones: superior e inferior. Esta membrana
es conocida como “membrana basilar” porque sirve de base para estructuras clave
del sistema auditivo.
detectan sonidos de tonos más bajos, como el ladrido
de un perro grande.
► Al moverse
las células ciliadas hacia arriba y hacia abajo, unas proyecciones
microscópicas parecidas a cerdas (conocidas como estereocilios), que se
encuentran encima de las células ciliadas, se topan con una membrana
sobresaliente y se inclinan. Esta inclinación hace que se abran unos canales
que parecen poros, que están en las puntas de los estereocilios. Cuando esto
sucede, ciertas sustancias químicas entran en las células, generando así una
señal eléctrica.
4.1 ANATOMIA
DEL OIDO
El oído humano se encuentra dividido en oído externo,
oído medio y oído interno.
posterior uno de los elementos usados para injerto en las operaciones de tímpano plastia. La piel que los cubre no tiene celular subcutáneo de modo que las inflamaciones de ésta pueden comprometer la vascularización del cartílago y favorecer las pericondritis e incluso la necrosis. El lóbulo del pabellón es la única zona que no posee cartílago. La irrigación está dada por ramas de la arteria temporal superficial y auricular posterior. Los vasos linfáticos drenan a los ganglios auriculares anterior, posterior e inferior. Los nervios motores que inervan los diminutos músculos que rodean esta zona están dados por el nervio facial.
El oído medio
se encuentra entre el oído externo y el oído interno. Es un espacio de aire
revestido por mucosa respiratoria y en cuyo interior se encuentra la cadena osicular.
Esta es formada por el martillo, el yunque y el estribo. El martillo está íntimamente
adherido a la MT de modo que es imposible un movimiento de ésta sin un movimiento
del martillo. La articulación del martillo con el yunque y la de este con el estribo
son rígidas, de modo que todo el movimiento de estimulación de la MT se trasmite
al estribo. Este se encuentra en un espacio conocido como ventana oval la que está
cerrada por la platina del estribo. En el espacio de aire entre la ventana oval
y la platina se encuentra un ligamento anular que cierra este compartimento de
aire (oído medio del oído interno).
El oído interno está formado en un espacio que deja el hueso temporal en la región denominada hueso petroso. Al espacio se le denomina laberinto óseo y a la estructura membranosa que existe en su interior se le denomina laberinto membranoso. Entre el laberinto óseo y el membranoso existe un líquido denominado perilinfa, un ultrafiltrado sanguíneo de composición similar al LCR. En el interior del laberinto membranoso existe otro líquido denominado endolinfa, producido por una estructura llamada estría vascular. El sistema perilinfático desemboca en el espacio subaracnoideo a través del acueducto coclear, mientras que la endolinfa viaja a lo largo del ducto endolinfático y se reabsorbe en un saco ciego llamado saco endolinfático, ubicado en el espacio epidural. En el oído interno existen dos órganos, el auditivo o coclear (ubicado en la cóclea o caracol) y el órgano del equilibrio o vestibular. La región coclear es anterior y la vestibular es posterior.
4.2 FUNCIONAMIENTO
DEL OIDO
TEORÍA DEL LUGAR
Esta teoría afirma que existe una organización tono-tópica de las frecuencias en la membrana basilar. En otras palabras, las células sensoriales cercanas a la base de la membrana basilar se ven afectadas, principalmente, por tonos de alta frecuencia. En cambio, las que se localizan cerca de la helicotrema reciben estímulos, principalmente, de tonos de baja frecuencia. Además, afirma que diferentes frecuencias excitan distintas fibras nerviosas del área auditiva primaria.
En 1863, Hermann Von Helmholtz propuso la primera versión de la teoría, bajo el supuesto de que la cóclea 1 poseía propiedades de resonancia. Sin embargo, Georg Von Békésy fue el experto que estudió y realizó descubrimientos acerca de la operación del oído interno que respaldan la teoría. el proceso auditivo consiste en una onda de sonido que viaja desde la región más rígida y angosta de la membrana basilar hasta la región más ancha. En el camino, las vibraciones de alta frecuencia generan ondas cuyo punto máximo de desplazamiento se encuentra cerca del estribo, mientras que las vibraciones de baja frecuencia generan ondas cuyo punto máximo de desplazamiento se encuentra cerca de la helicotrema.La teoría, además de explicar la recepción de frecuencia, se ha propuesto para explicar cómo se registra la intensidad del sonido, debido a que mientras más intenso es un sonido, mayor es la región de la membrana basilar involucrada.
TEORÍA DE FRECUENCIA
También llamada Teoría de periodicidad, afirma que la membrana basilar vibra en su totalidad, reproduciendo las vibraciones del sonido. Según esta teoría, el cerebro es el instrumento analizador y el tono escuchado está determinado por la frecuencia de impulsos que viajan por el nervio auditivo. Fue propuesta por Ernest Gleen Wever y Charles Bray en 1930. La teoría fue criticada puesto que una fibra nerviosa no puede responder más de 1000 veces por segundo, lo cual significa que no puede transmitir frecuencias de más de 1000 Hz; en consecuencia, la teoría explicar todo el intervalo de frecuencias audibles. Para corregir este problema, en 1949 se desarrolló el principio de andanada, el cual dice que la actividad neural total, o potencial de acción total, se distribuye en una serie de fibras nerviosas auditivas, lo cual significa que cada fibra nerviosa no dispara en el mismo momento, sino que se activan coordinadamente para producir la frecuencia del estímulo.
4.4 DISTINCIÓN
AUDITIVA
La distinción auditiva
se define como la habilidad para reconocer y distinguir diferencias de
frecuencias, intensidad y timbre entre sonidos, fonemas, frases o palabras
idénticas, es, además una habilidad básica para la adquisición del lenguaje
oral y de la lectoescritura.
Existen dos tipos de
discriminación auditiva: la
verbal y la no
verbal.
• Discriminación
auditiva no verbal, es la
capacidad de
reconocer diferentes sonidos, ya
sea de animales,
seres humanos o medios de
transporte. Por
ejemplo, el hecho de asociar
onomatopeyas como
“guau” a un perro o “miau”
a un gato forman
parte de la discriminación no
verbal.
• Discriminación
auditiva verbal, aquella que
permite diferenciar
contrastes de fonemas
vocálicos y
consonánticos, así como la
presencia o ausencia
de un fonema dentro de la
palabra.
La pérdida de
audición total o de forma parcial se conoce como sordera. Existen distintos
síntomas y problemas que pueden causar este problema tanto en adultos como en
niños. Conoce aquí los tipos de problemas auditivos, las causas más comunes, su
detección y los tratamientos.
· Pérdida neurosensorial: Ocurre
cuando hay una alteración en el nervio auditivo o en el funcionamiento del oído
interno.
·
Pérdida conductiva: Existe una
pérdida de audición causado por un bloqueo del sonido para que pueda
trasladarse del oído externo al medio. Puede ser tratado con una cirugía o con
medicamentos.
·
Pérdida mixta: Cuando ocurren
problemas causados tanto por una pérdida neurosensorial, como por una
conductiva.
·
Trastorno del espectro neuropatía
auditiva: ocurre cuando el sonido puede entrar por el canal auditivo, pero no
puede ser procesado de forma correcta por el cerebro ya que existen daños
permanentes en el oído interno y el nervio auditivo.
Los problemas
auditivos pueden clasificarse de forma cuantitativa:
·
Leve: cuando el umbral de
audición es menor a 30 dB. En esta etapa puede escuchar algunos sonidos del
habla, pero no con claridad. Dificultad para escuchar susurros.
·
Moderada: el umbral de audición
está entre 30-50 dB. Es posible que la persona en este nivel no pueda escuchar
casi nada de lo que se le dice al hablar en un volumen normal.
·
Grave: el umbral de audición se
encuentra entre 50-80 dB. Las personas en este nivel no escuchan lo que dicen
otros en un volumen normal, únicamente perciben algunos sonidos fuertes.
·
Profunda: cuando el umbral
auditivo está entre los 80-95 dB. No puede oír nada de lo que hablan otras
personas, solo tiene audición para percibir algunos sonidos muy fuertes.
·
Anacusia: cuando el umbral de
audición se encuentra por encima de los 95 dB. Se le puede conocer también como
cofosis y ya es considerada una pérdida total de la audición.





Comentarios
Publicar un comentario